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¿Con justa razón?



Por: Raúl Hernández Aranda



Abstract



 

Ante el escenario de violencia que se vive en México, han surgido grupos armados denominados de autodefensa o policías comunitarias, pero ¿dónde está el Estado cuya principal razón de existencia es garantizar la seguridad de sus habitantes?.


19 de Abril de 2013





Surgen más grupos de autodefensa. Fuente: Hilodirecto, http://hilodirecto.com.mx/ (2013)

"Es sólo a la ley por a lo que el hombre debe justicia y libertad”

 

Rousseau



La alta proliferación de los grupos denominados de autodefensa y las policías comunitarias, son una preocupación mayor para la legitimación del Estado como procurador de seguridad y justicia hacia sus habitantes. Los grupos de autodefensa han emergido por la grave ausencia del orden en comunidades de los estados de Guerrero, Oaxaca, Morelos, Michoacán, Veracruz y el Estado de México.



Sin duda alguna, es una tarea compleja para la Procuraduría General de la Republica y la Secretaria de Gobernación con todo y sus titulares Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong, responsable este ultimo de la política interna de la nación; puesto que en la actualidad existen en promedio 17 grupos que se han organizado para brindar seguridad en sus comunidades.

 

El artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece claramente que ninguna persona puede hacer justicia por si misma, o ejercer violencia para reclamar su derecho. No obstante, en México el crimen organizado ha establecido sus mecanismos (no legítimos) de procuración de justicia, orden y seguridad.



“La guerra contra el narcotráfico” ha ocasionado más de 50 mil muertes en territorio nacional, dado que hasta el momento no ha existido una metodología y análisis critico y real sobre las estrategias de seguridad que involucran a distintas dependencias y organizaciones en los tres niveles de gobierno.



La administración del ex Presidente de México, Felipe Calderón, defendió durante los 6 años de su mandato lo que para el titular de la presidencia en su momento fue una estrategia con pies y cabeza. Los resultados de la estrategia fallida en materia de seguridad,(entre muchas cuestiones) fue la proliferación de las organizaciones civiles –no en todos los casos- que buscan ejercer justicia por su propia cuenta debido a la incapacidad del Estado de poder brindarlo.



¿Estamos ante uno de los síntomas del Estado fallido? Claramente son síntomas de un debilitamiento, nula presencia de los cuerpos de seguridad, poca capacidad y corrupción. ¿Cuáles deberán ser las acciones inmediatas del Estado mexicano?. No es sarcasmo: dar gracias a los grupos por otorgar los servicios (gratuitos) de seguridad y resguardar a las comunidades del crimen organizado que han rebasado las capacidades del Estado.



Resulta imperativo reconocer la gravedad del asunto, ya que no puede existir una fuerza armada que se erija como complemento (de facto) ante las incapacidades del Estado. Lo que puede resultar aun más grave es la afirmación que con la aparición de dichos grupos, en territorio mexicano existirán tres organizaciones o grupos armados: Los cuerpos policíacos (de los tres niveles de gobierno) incluyendo la Marina y el ejército mexicano, el crimen organizado y los grupos de autodefensa.



Las consideraciones



Las atribuciones y responsabilidades del Estado son claras. Sus logros y fallas aun más visibles.



Distintas voces públicas se han pronunciado sobre las policías comunitarias, existiendo divergencia en las opiniones, fomentando que no se halla logrado llegar a un consenso que es claro y contundente: Es obligación del Estado brindar la seguridad a sus habitantes ya que el art. 17 de la CPUM niega tajantemente cualquier actividad que trastoque el espíritu del 17 constitucional y de la gobernabilidad del país.



Sin embargo, hace apenas unos días, el Senador Sofío Ramírez Hernández propuso legalizar las policías comunitarias y dotarlas de presupuesto, mientras que el Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Mario López Valdés declaro: “La seguridad es responsabilidad del Estado”.



Parecieran bastante obvias las responsabilidades del Estado y las consecuencias de su incumplimiento. Ejemplos sudamericanos nos muestras una cara bastante violenta que para algunos puede llegar a ser una consecuencia de los grupos de autodefensa. La comparación –odiosa y tal vez alejada- internacional es Colombia. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son una estructura paramilitar que opera en Colombia y su frontera con Ecuador. La débil presencia en su momento por parte del Estado para garantizar la seguridad nacional,ocasionó la amplitud y fortalecimiento de las FARC, poniendo en duda el papel que juega el Estado en términos de seguridad nacional e internacional.



Unas líneas como conclusión



La proliferación de grupos de autodefensa o policías comunitarias es preocupante en dos tónicas: Por una parte, el grave avance de grupos armados en el territorio nacional que se encuentran en una delgada línea que los podría confundir como paramilitares o el crimen organizado; y por otra, la legitimación del Estado y su capacidad para cumplir con sus atribuciones. El caso colombiano nos muestra que deberemos presentar la atención necesaria debido a la seriedad del asunto, México se encuentra en el momento idóneo para actuar.



El tema es de urgencia real, pero aun más importante reconocer las motivaciones de los hechos.



Un extenso documento de Human RigthsWatch, documentó 250 desaparecidos desde 2007, donde en más de 140 casos existe evidencia de la colaboración y participacion de actores estatales en forma directa e indirecta. Se dio a conocer que dichos delitos han sido cometidos por miembros de todas las fuerzas de seguridad publica del Estado con apoyo y/o participacion del crimen organizado.



Sin duda alguna las comunidades por la incapacidad y opacidad de las cuerpos de seguridad de las entidades federativas y del Estado se han visto en la necesidad de suplir las atribuciones del mismo.



¿Con justa razón han proliferado dichos grupos?. La preocupación no deberá ser desviada en la legitimidad y responsabilidades del Estado, deberá ir dirigida a los graves niveles de inseguridad y corrupción que conviven en la nación.

Raúl Hernández Aranda (Morelia, 1989). Estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad del Valle de Atemajac en Zapopan Jalisco. 



Twitter: @JRaulHernandez       Facebook: Raul Hernandez Aranda       Blog: http://fielescreyentes.blogspot.mx/

Raúl Hernández Aranda (Morelia, 1989). Estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad del Valle de Atemajac en Zapopan Jalisco. 



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El Aleph es un proyecto universitario de estudiantes y egresados de la UNAM, que mediante diversas herramientas multimedia debaten sobre los temas más relevantes del acontecer internacional.

 

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